Por: Cesar Cortez

Los 90s…que buena década que tuvo la juventud de aquel entonces y que ahora, para los que la vivimos, realmente, fuimos unos privilegiados. Se exhibieron muchos programas que ahora son icónicos y que dieron pie a que otros siguieran dichas fórmulas para crear lo que vino después o los que vemos actualmente. La diversidad de temas que vimos en dicha década era vasta, tanto así que hasta el terror tenía su espacio, y si tenemos que hablar de uno en especial esa era la serie de Cuentos de la Cripta. Su éxito fue monumental, que uno de sus productores se animó a decir “¿Qué tal si hacemos uno dirigido al público infantil?” ¿Y qué creen? También funciono.
Lanzada al aire un 18 de Septiembre de 1993, la serie, básicamente, mantenía la misma premisa que su homónimo live-action: contar diferentes cuentos de terror, con una tónica infantil obviamente, teniendo como anfitrión al “Guardián de la Cripta”. Lo que cambiaba era el modo de relatar las historias. No podían ser tan crudas como la serie de carne y hueso, sino enfocarlas en temas donde la moral se hace presente pero, al mismo tiempo, esta podía tener un final feliz, y otra veces, un “final feliz”, ya que algunos personajes debían pagar el precio por sus acciones.
Los ejecutivos tuvieron que actuar con mucha cautela para crear las historias y que no sean tan atemorizantes para los niños. Para esto, se hicieron de los servicios de psicólogos para que evaluaran si los cuentos eran acordes o no. En el proceso algunos fueron desechados, como era de esperarse. Incluso, se pensaba incluir al verdadero “Guardián de la Cripta” como anfitrión, pero eso hubiera sido una mala apuesta, y se atinó a convertirlo en una caricatura. Sabia decisión.

Al ser una serie animada, podían explotar más la imaginación y crear historias con tonos fantásticos, ya que no había el temor de “gastar” mucho en efectos especiales. Por ejemplo, el primer capítulo de la serie, narraba la historia de un par de hermanos, quienes quieren comprarse una moderna bicicleta, y al no tener dinero, irrumpen en una tétrica mansión de un millonario que se encuentra de vacaciones. Sin embargo, una vez dentro, se encuentran con las peores cosas que uno se puede imaginar: la mascota es un Hombre Lobo, sarcófagos con vampiros, zombis o hasta un Frankenstein. No puede haber mejor seguridad que esto…y ellos deben hacer de todo para escapar y no ser la presa.
En realidad, hay muchos episodios con temas distintos, la mayoría extraídos de cuentos populares, mitos y leyendas, pero con una narrativa original. Un capitulo que puede resultar, tal vez, medio chocante sea “Trabajos en cera”, donde un niño es amigo del dueño de un museo de cera, y su sección favorita es “La Cámara de los Horrores”, donde se exhiben las figuras de “Drácula”, “Hombre Lobo” y “Frankenstein”, pero lamentablemente, el dueño muere y a cargo se queda un desalmado supervisor quien tiene la intención de demoler el lugar y construir un edificio. La nota fantástica, es que el niño ha armado un vínculo con los monstruos y empieza a vivir historias donde ellos corren peligro, y el los salva, hasta que el propio supervisor es transportado a este lugar y deberá pagar, tal vez para siempre, el haberse metido con ellos convirtiéndose también en una figura de cera.
El gran éxito de Cuentos de la Cripta, se debió en parte por un suceso que muchos no hubieran pensado: la falta de películas de terror en los cines. La primera mitad de la década de los 90s, debe ser recordada por los fans del terror como el “Viernes Negro”, puesto que el género se había estancado y los 80s la habían explotado a placer, tanto así que parecía que todo se había visto y no salían nuevas ideas, y lo que es peor, esta generación esperaba temas distintos. De esta manera, la serie fue un gran escape para muchos, y con la llegada de la serie animada lo fue mucho más.

Personalmente, yo no vi toda la serie (live action), es más, no era de ni siquiera de mis primeras opciones en la televisión al principio (tenía entre 11 y 12 años cuando la emitían y aun no era un gran fan del terror). Caso contrario sucedió con la serie animada que si me atrapo de inmediato, y vi íntegramente los 26 episodios que conformaron sus primeras dos temporadas. Incluso puedo agregar, que en un momento, el programa lo daban hasta en cuatro estaciones a la vez: 3 de cable y 1 en televisión local. Esto denotaba que la serie calo bastante en la audiencia y tuvo una muy buena recepción. El público infantil la acepto, y eso ya era bastante
Como mencione, en principio solo duro dos temporadas, entre 1993 y 1994, pero luego en 1999 tuvo un fugaz renacer, con nuevas historias pero con un diseño distinto a los anteriores. Confieso que estos nunca los vi, pero según dicen, no llegaron a mantener el estilo ni interés que las predecesoras. Tal vez la causa fue que ya la serie live-action había terminado de emitirse en 1996, y vieron de una manera desesperada, darle un nuevo aire a la franquicia, pero esto a veces no resulta como se esperaba. Una lástima, porque series como estas, tienen un gran potencial. Solo hay que adecuarse a los tiempos.
Actualmente, la serie se ha convertido en una pieza de culto para los amantes del terror. Desde hace un tiempo, se plantea la idea de volver a traer a la vida una nueva versión live-action de Cuentos de la Cripta, pero hasta la fecha no hay un pronunciamiento oficial al respecto. Si esto llegara a darse, créanme que no solo yo la recibiré con los brazos abiertos. Veremos que nos depara La Cripta en el futuro.